La salud dental del adulto depende en gran medida de los cuidados y los hábitos adquiridos en la infancia y adolescencia. Los padres debemos inculcar a los pequeños las rutinas y habilidades para tener una correcta higiene dental y así evitar problemas en el futuro. La alimentación, el uso del chupete o dedo, la respiración, la forma de tragar…son otros factores que influyen activamente en el crecimiento y desarrollo de los dientes y huesos.
Hay un momento clave en el que aumentar la prevención y es a partir de los 6 años cuando el niño comienza con el recambio dentario.
Aunque no siempre a esta edad hay necesidad de tratamiento es aconsejable realizar revisiones periodicas con el fin de detectar precozmente cualquier problema que pueda afectar en el desarrollo y crecimiento del niño.
Ventajas de la ortodoncia infantil:
Podemos ensanchar los huesos y crear espacio para los dientes definitivos.
Nos permite corregir los huesos de la cara consiguiendo una mayor armonía en la estética facial.
Es posible corregir malos hábitos (deglución, succión digital..) que interfieren en el crecimiento normal de los huesos.
Se evitan tratamientos más complejos, con extracciones e incluso quirúrgicos en la edad adulta.
UN DIAGNOSTICO TEMPRANO PERMITE DETECTAR LOS PROBLEMAS ANTES DE QUE ALTEREN EL DESARROLLO FACIAL Y DENTAL DEL NIÑO DE MANERA DEFINITIVA.